Locura: la excusa de los cuerdos para no sentir
Powered By Blogger

9.11.2011

La belleza de lo imperfecto

Tratas de crearte un mundo propio, con tus ideales y tus leyes para que nadie desmorone tu estabilidad. Pero creces y descubres que como ser social, debes interactuar con los demás, incumpliendo tus propósitos secretos y compartiendo los de los demás. Piensas que te casarás a los 25, que tendrás hijos antes de los 30 y que tus damas de honor serán tus amigas de la infancia. Y ahora te ves buscando algo parecido a un revolcón romántico que te disuelva las necesidades físicas sin comprometer tu corazón. Bien señorita, ¿dónde está tu educación? ¿Qué pensarían tus allegados, aquellos con los que has crecido? Y es entonces cuando realmente te planteas que, al fin y al cabo, todos eso del "qué dirán", te importa menos que la vida de las luciérnagas del Congo. Te rindes a los deseos de tu presente, pero no corrumpiendo tu tan elaborado plan de futuro; sabes que quieres un marido, unos cuantos hijos, pero no por ello ahora debes sentirte atada-atraída-amada por alguien ahora que aún no tienes la imperiosa necesidad de conatr con ellos. Basta con que te sientas bien contigo misma y con los demás. No es fácil, pero tampoco imposible.
Lo complicado es encontrar a alguien con tus mismas vistas al amor y sus distintas formas de expresión. ¿Si te digo que te quiero pero no quiero que tengamos una relación, cómo me tratarías? No suelen buscarse cosas así si no es para tener un estricto régimen de sexo y despedidas secas y cortantes con besos absurdos. Pero no me veo capaz de rendirme a la crudeza de este mundo cosmopolita que me han legado generaciones pasadas. Buscaré mi bienestar en la forma que me plazca, y si no se entiende... bien, ¿y qué? Al fin y al cabo, las cosas se acaban, es lo más natural del mundo. Lo anormal en cambio es que perduren atemporalmente. Claro que, suena tan bello y genuino ese amor incorpóreo que se desliza en el paso de los años, tan mágico y de cuento de hadas, que es difícil no agarrarse al clavo ardiendo que se nos presenta como flecha del destino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡ Espero verte por aquí !